Sorpresa porque hace unos meses, el mismo Sinofsky le metió caña a la jefa de software de Intel, calificando de “inexactas y por desgracia engañosas“, unas declaraciones en tal sentido.
Obviamente Intel arrimaba el ascua a su sardina ‘criticando’ la versión de Windows 8 para ARM para publicitar la dedicada a x86 de la que es líder destacado en procesadores, aunque parece que llevaba bastante razón en este punto.
Una decisión que relegará la versión para ARM entre desarrolladores y también entre consumidores a un segundo plano siempre hablando de PCs. Y es que no tiene nada que ver los centenares de miles de aplicaciones disponibles para tablets y smartphones con el gran software x86 para el escritorio, véase suites como Office o Photoshop por poner un ejemplo.
Ayer mismo Steve Ballmer prometió que Windows 8 sería capaz de ejecutarse en 500 millones de sistema. Lógicamente contaba los ARM aunque parece que se le olvidó mencionar el detalle de la incompatibilidad con x86. Y no es un detalle menor.
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