jueves, 9 de febrero de 2012

Nokia y Windows Phone ¿quién salva a quién?


250 millones de dólares. Esa fue la cifra por la que Nokia se vendió a Windows Phone y que Microsoft pagó en el acuerdo estratégico de colaboración para que el mayor fabricante de móviles del mundo empezase a trabajar con su plataforma y no con Android. Por su parte Nokia irá pagando poco a poco los correspondientes derechos de uso de Windows Phone a los de Redmond como todo hijo de vecino. Lo que parecía un plan perfecto en una prometedora unión de líderes, un año después se ha convertido en… una incógnita sin una dirección clara y en la que no se sabe a ciencia cierta quién necesita mas ayuda.

En el CES vimos a los CEOs de ambas compañías presentando el Lumia 900, una copia del Lumia 800 para EEUU con pocas novedades, en un mercado donde además Nokia se ha estrellado tradicionalmente una y otra vez. Por otra parte el más de un millón de Lumia 800 vendidos en Europa dejan un sabor agridulce ya que, aunque no indicaron previsiones, todo parece indicar que se han quedado por debajo de lo esperado y no parece que esto vaya a mejorar sin grandes terminales a la vista. Aun así Nokia está haciendo su parte del trabajo.
Mientras Microsoft sigue tirando de músculo financiero para convertirse en el tercero en discordia, en un mercado donde cada vez más sólo se ven dos sistemas, el iOS y Android. Windows Phone lo tiene todo para situarse ahí por méritos propios. Es un SO potente, conectado, sencillo y agradable de usar (aunque mantienen algunos problemitas). Sin embargo resulta curioso que ahora tengan menos cuota de mercado que cuando tenian las versiones Windows Mobile. ¿Qué está haciendo mal Microsoft? Pues básicamente llegar tarde y mal al mercado, además no ofrecer nada realmente revolucionario con lo que atraer a la gente. ¿Podrá cambiar este panorama con Windows 8 y su famosa integración multiplataforma? Como tarden mucho más creo que no.


No hay comentarios:

Publicar un comentario